La
Leyenda de la Madre del Maíz:
Esta
leyenda cuenta como el pueblo Huichol, gracias a la madre del maíz y a un joven
afortunado, conoce la planta de maíz.
El
pueblo Huichol estaba cansado por la monotonía de su comida. Un muchacho del
pueblo, al que le habían llegado noticias de la remota existencia de una planta
con cuyos frutos se podían preparar muchas y variadas comidas, decidió partir
en su búsqueda. Encontró una fila de hormigas, que solían ocultar maíz y
decidió seguirlas. Caminó y caminó tras de ellas, hasta que rendido por el
cansancio, se durmió.
Entonces
las hormigas se aprovecharon y se comieron toda su ropa. Al despertar y verse
desnudo y hambriento, el muchacho cayó en sentidas lamentaciones hasta que un
pájaro se posó en una rama cercana. Cogió su arco y apuntó su flecha, pero el
pájaro le habló y le dijo que no osara matarlo, puesto que era la Madre del
Maíz, y estaba dispuesto a guiarlo hasta donde había maíz en abundancia.
Fueron
hasta la Casa de Maíz, y el muchacho conoció a la las hijas de la Madre del
Maíz, con una de las cuales, Mazorca Azul, se casó y regresó a su pueblo. Como
no tenían casa, el muchacho y su bella y dulce esposa durmieron en los lugares
del culto.
Como
un milagro, el lugar de los recién casados amanecía todo lleno de mazorcas de
maíz, que Mazorca Azul repartía generosamente a quien quisiera pedirle,
mientras enseñaba cómo preparar las comidas, cómo sembrar y cómo cuidar de la
siembra del maíz. Cuentan que a tanto llegó la generosidad de Mazorca Azul que,
después de enseñar todo lo que sabía acerca del maíz, se molió a sí misma para
que su hermoso cuerpo sirviera también de alimento.
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